Xala está profundamente comprometida con la protección, restauración y conservación de la tierra y el océano. A través del programa Sierra a Mar, adopta un enfoque integral que fomenta la colaboración con las comunidades locales para asegurar un futuro sostenible para las futuras generaciones.
Este desafío se convierte en una realidad con Stefanie Brendl, Coordinadora del programa Sierra a Mar de Xala, como guía. El objetivo es crear un legado que sirva como modelo para futuros desarrollos costeros.
Xala trabaja en la restauración de la zona mediante la reforestación de especies locales para mantener el equilibrio ecológico. Se realiza un monitoreo constante para restaurar la disponibilidad de agua a la par de estar construyendo un desvío para mejorar su flujo en los esteros. La preservación de los corredores de vida silvestre se lleva a cabo mediante vigilancia continua y construyendo con consciencia y baja densidad.
Xala reconoce el gran desafío que implica generar un impacto significativo y duradero en la comunidad y el medio ambiente de la región. Por eso, a través del programa Sierra a Mar, se busca crear un entorno en el que tanto las personas como la naturaleza puedan prosperar en armonía.
Xala prioriza la restauración del mar al controlar la contaminación, prohibir los métodos de pesca perjudiciales y establecer áreas protegidas.
Nuestras iniciativas incluyen refugios para peces y programas de restauración de corales y playas. Estas acciones protegen los hábitats marinos como los manglares y benefician a especies como las tortugas marinas. Nuestra prioridad es mantener la vitalidad del océano en todos nuestros esfuerzos de conservación.
La recolección de semillas de especies endémicas favorece su reproducción y facilita la reforestación, contribuyendo así a la recuperación de poblaciones arbóreas en declive. Xala promueve la creación de islas fértiles, impulsando el crecimiento de especies nativas e iniciando la regeneración del ecosistema de bosque caducifolio en sus áreas circundantes.
La reforestación no solo crea nuevos hábitats y mejora las condiciones para la vida silvestre de la región, sino que también fomenta la reproducción de especies y revitaliza zonas afectadas por pérdidas o daños.